Cada día… una historia.

Personajes, cuentos, relatos, poesía…

Son los vientos… VIENTOS DE CIUDAD

No se lo pierdan….

Es solo, una muestra de amor

Nos paramos porque vimos sobre una tranquera un aviso que decía: Se vende queso ahumado.
Estábamos en Los Andes de vacaciones, un poco retrasados de acuerdo al plan que teníamos, por lo que esa parada tendría que ser muy rápida.
Llamamos desde la tranquera pero nadie contestó.
Veinte metros más al fondo había un portón y decidimos pasar, motivados  sobre todo por el agradable clima andino.  
Llamamos desde el portón y por fin contestó una señora:
¡Pasen!, ¡pasen!, nos dijo, la puerta está abierta, los perros salieron al campo, no se preocupen, pasen con confianza.
La señora estaba cocinando con leña y mientras caminábamos podíamos sentir la sazón de la comida en el ambiente.
Y cuando apenas pasamos el portón, nos apresuramos a preguntar:
Señora, venimos porque…
¡Pasen!, ¡pasen!, nos interrumpió.
Y al estar más cerca volvimos a preguntar: Señora, en la tranquera vimos…
Siéntense por favor, deben estar muy cansados. Siéntense y tómense un chocolate, nos volvió a interrumpir.
Aquella manifestación de dulzura y calma fue para nosotros como un frenazo que no pudimos rebasar y casi sin pensarlo, los siete que andábamos apurados, nos vimos en la cocina sentados sobre unos cálidos cojines de cuero de ovejo y tomando chocolate caliente.
Tomen tranquilo… aquí tienen más pancito…
En silencio, tomamos el más agradable chocolate de nuestras vidas. La ternura de aquella señora nos había dejado sin palabras.
No sabíamos como agradecer tanta atención. Y mientras le devolvíamos las últimas tasitas, la señora nos preguntó:
¿En qué les puedo ayudar?
Señora… es que vimos el aviso de queso ahumado que está en la tranquera...
Ah sí, que pena con ustedes, el ultimo ya se llevaron, vengan mañana por favor, les voy a guardar uno, pueden venir como a las nueve…
Es solo una pequeña muestra de nuestra gente en el campo, sobre todo en Los Andes. Y también una muestra de que en las ciudades, hasta para vacacionar lo hacemos de prisa.

1 comentario:

  1. Así es, En sectores de los andes sobre todo en los lugares mas alejados, aun se conserva esa manera tan especial de tratar a las personas, sin la desconfianza que en las ciudades definitivamente se ha perdido.

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